Agenda LGBTI, ausente y presente al mismo tiempo.
El
movimiento LGBTI en El Salvador es una realidad. Hoy nadie puede
ignorar la existencia de un movimiento social que vela por los
Derechos Humanos de las personas LGBT. En 25 años de estructuración
se han organizado hombres gays, mujeres trans, lesbianas y hasta hace
pocos años hombres trans y jóvenes LGBT a nivel de la capital. El
cuestionamiento de los patrones binarios de la sexualidad y los
esencialismos de género, por parte de las personas LGBT organizadas,
ha promovido diferentes estrategias de visibilidad y acciones
políticas (1)
En
julio de 2012 la Clínica Legal de Derechos Humanos Internacionales
de la Universidad de California, Berkeley, presentó un reporte
denominado Diversidad
sexual en El Salvador.
Informe sobre la situación
de los derechos humanos de la comunidad LGBT (2) Entre las recomendaciones resaltan algunas que competen al Órgano
Legislativo y por ello las cito:
1-Modificar
el artículo 3 de la Constitución para incluir a las personas LGBT
como una clase protegida por orientación sexual e identidad de
género para garantizar el pleno goce de todos los derechos
constitucionales
2-Aprobar
leyes expresamente para proteger a las personas LGBT contra la
discriminación de todas las formas de discriminación, incluida la
educación y el empleo, tanto en el sector público y privado
3-Aprobar
la legislación sobre el reconocimiento jurídico del derecho a la
identidad y permitir que las personas cambien su nombre y género en
los documentos oficiales de identidad (DUI), sin ningún requisito
previo de cirugía de reasignación sexual u otras intervenciones
médicas. Mientras tanto, permitir que las personas transgénero
utilicen la opción respecto al “conocido también como” para
incluir el nombre con el que se identifican en el DUI
4-Enmendar
el Código Penal a través de una legislación que proteja
específicamente a la comunidad LGBT frente a las amenazas y la
violencia y que reconoce los crímenes de odio LGBT (pág.2)
Debido a las anteriores
recomendaciones la siguiente legislatura tendría por lo menos dos
grandes desafíos, el primero, será modificar la Constitución, tal
como dice la recomendación acerca del Art. 3., el segundo, crear una
Ley de Identidad que incluya y sea acorde a esta realidad
poblacional. Ambas son tareas legislativas que requieren buscar
consenso de todas las fracciones de los partidos políticos, voluntad
de cambiar estructuralmente una realidad de marginación que vive y
sufre el emergente grupo al que identificamos con las siglas LGBTI.
No quería dejar de mencionar que un verdadero reto es legislar el
matrimonio igualitario, pero eso sería demasiado pedir en nuestro
mundillo político permeado de una doble moral, pero sobre todo,
presa de prejuicios religiosos defendidos por un amplio movimiento
conservador que va más allá del debate de izquierda y derecha. Pero
no nos desviemos. Hay que señalar que incluso desde antes de la
fecha de presentación del estudio, hubo avances mínimos en
beneficio del sector LGBTI. Iré mencionando los avances que se han
hecho y las deudas que la siguiente legislatura podría asumir y
subsanar. Con el Decreto Ejecutivo N.º 56 de 2010 sancionado por
Mauricio Funes se prohíbe la discriminación en base a la
orientación sexual e identidad de género en el sector público,
además se creó una Dirección de la Diversidad Sexual dentro de la
Secretaría de Inclusión Social. Todavía queda la interrogante ¿qué
normativa hay para evitar esa discriminación en el sector privado?
Es una deuda. También el estudio sugería que se reconociera en el
Código Penal los delitos de odio, a la fecha esto ya se hizo pero
conviene dejarlo claramente explicitado. Otra deuda. Un avance
constituye el hecho que el 14 de diciembre de 2016 se aprobó la Ley
de Prevención y Control de la Infección Provocada por el Virus de
Inmunodeficiencia Humana, se supone que esta ley garantiza el acceso
a la salud de la población LGBTI y además repercute en el ámbito
de trabajo dado que prohíbe que el empleador exija pruebas de VIH a
los candidatos a un empleo, ello implicó la modificación del Código
Laboral. Sin embargo cualquiera puede evidenciar que sigue habiendo
discriminación laboral para este sector de la población
salvadoreña. Otra deuda. En términos de inclusión al sistema
político del actor LGBTI, es interesante comparar nuestro país con
Honduras, donde los partidos políticos han mostrado su apertura a
los LGBTI, reconociéndoles el peso
político, incluso hay una agenda de los partidos para este grupo que
incluye temas de ciudadanía plena, reivindicar derechos humanos,
crear mecanismos de participación política, seguridad y acceso a la
justicia, etc. De acuerdo al informe Reflexiones
sobre la participación política de las personas LGBTI en Honduras (3) sostiene
que ese país pasa por
un momento de gran relevancia en materia de inclusión, ya que las
organizaciones partidistas están reconociendo la importancia de los
liderazgos LGBTI y las personas LGBTI han comprendido la importancia
de trabajar de la mano con los partidos políticos para lograr un
Estado incluyente y respetuoso de la diversidad.
Al explica la gráfica el autor
resalta que la ciudadanía LGBTI tiende a apoyar al Partido
Anticorrupción (31%), al Partido Libertad y Refundación (24%) y al
Partido Nacional (22%). Estas referencias por parte de la población
LGBTI podrían obedecer a que el Partido Anticorrupción y el Partido
LIBRE se han caracterizado por ser partidos abiertos a las diferentes
opciones sexuales, y por tener un discurso muy cercano a las
juventudes; de igual forma, los partidos tradicionales (Partido
Liberal y Partido Nacional) tienen una acogida importante entre las
personas LGBTI debido a su arraigo en la sociedad hondureña y a su
discurso sobre la defensa de los derechos humanos (4). A diferencia de los partidos políticos hondureños, es una lástima
que aquí la agenda LGBTI al menos en el trabajo legislativo, no esté
en la mente de ningún partido ni de sus precandidatos, todo lo
contrario, las posturas de algunos partidos y de sus militantes
suelen ser homofóbicas, de intolerancia y discriminatorias de las
personas LGBTI. Siendo que la comunidad LGBTI no solo en el país,
sino que en todo el mundo, va adquiriendo mayor presencia pública y
que poco a poco van ganando el reconocimiento de sus derechos
humanos, la democracia salvadoreña y los partidos políticos no
pueden darles la espalda, ellos son cada vez más un sujeto político
en ascenso y no deberían ser invisibilizados ni cualitativa ni
cuantitativamente.
Publicado el 12 de julio en la edición 14 de la revista Brújula Electoral, disponible en línea aquí: LGBTI
Publicado el 12 de julio en la edición 14 de la revista Brújula Electoral, disponible en línea aquí: LGBTI
1-Amaral Gómez Arévalo “El derecho humano de amar” El Faro 13 de junio 2017. Sección Académico. Disponible en línea http://bit.ly/2sBq0ER
2-Disponible en línea aquí: http://bit.ly/2tRnpe9
3- Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales
Reflexiones sobre la participación política de las personas LGBTI
en Honduras 1a ed.Tegucigalpa. Comunica. 2017. disponible en línea
en http://bit.ly/2szcJwP
4-Ibid
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