El otro régimen del que nadie se queja....
El régimen de excepción en el país lleva 39 veces renovado, desde el 27 de marzo de 2022 hasta el 4 de julio de 2023. Muchas movilización social de organizaciones sociales que defienden derechos humanos y a víctimas de abuso de autoridad y encarcelamiento siendo que son inocentes, más de 400 fallecidos en bartolinas y cárceles, otros más de 8 mil que fueron liberados después de largos meses injustamente detenidos. Me llama la atención cómo una gran parte de la población ha protestado y exigido que se derogue el régimen de excepción por todo el inmenso daño que está ocasionando. Sin embargo, padecemos otro régimen de excepción silencioso y que lleva ya más de 40 años: el neoliberalismo (asumiendo que esta fase del capitalismo inicia con el gobierno de José Napoleón Duarte -PDC- 1984-1989)
Es un régimen económico que excluye del circuito natural de la vida humana a millones de humanos en el mundo y acá en el país. Y nadie protesta, nadie se queja, todos lo asumimos como un sistema normal de organización social. Desigualdad, desempleo, inflación, endeudamiento individual, familiar, nacional; falta de acceso a la salud y educación ya es natural entre los más empobrecidos.
“Después de décadas de avances, el mundo está experimentando graves retrocesos en la lucha contra la pobreza mundial, como resultado de desafíos interconectados, entre los que se incluyen el crecimiento lento de la economía, la pandemia, la elevada deuda, los conflictos y la fragilidad, y las conmociones climáticas”, dijo Axel van Trotsenburg, director gerente sénior del Banco Mundial. El número de economías con una elevada desigualdad de ingresos ha disminuido en la última década. Sin embargo, 1700 millones de personas —el 20 % de la población mundial— aún viven en economías de elevada desigualdad, concentradas principalmente en América Latina y el Caribe y en África subsahariana. Una desigualdad elevada refleja la falta de oportunidades de movilidad socioeconómica, lo que obstaculiza las perspectivas de crecimiento inclusivo y reducción de la pobreza.
Es probable que casi una de cada cinco personas en el mundo experimente, en algún momento de su vida, una conmoción climática grave de la que le costará recuperarse. Cada año, millones de hogares caen en la pobreza o quedan atrapados en esta situación debido a los desastres naturales. Las temperaturas más altas ya están provocando una caída de la productividad en África y América Latina, y reducirán aún más el crecimiento económico, especialmente en las regiones más pobres del mundo. El Objetivo de Desarrollo Sostenible de poner fin a la pobreza extrema para 2030 sigue siendo inalcanzable.
Para desmontar este régimen económico nada se hace y más bien todo indica que las políticas apuntan a fortalecerlo porque se supone que no es el neoliberalismo el responsable sino más bien las trabas y barreras legales, de impuestos, culturales, sociales y hasta religiosas las que causan que el mercado globalizado y libre no funcione bien. No faltaba más.
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