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Mostrando entradas de diciembre, 2013

El “cambio” hacia lo justo debe llegar a la cuestión de migración

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En el tema migratorio el Fmln no está partiendo de cero, en cambio, hereda, para bien o mal, toda una serie de acciones políticas más o menos positivas realizadas por las distintas gestiones de ARENA a lo largo de veinte años. Los antecedentes incluyen estos hechos: el 16 de enero de 1998, la Comisión Nacional de Desarrollo puso en manos del Presidente de la República , Armando Calderón Sol, el documento Bases para el plan de nación . Este documento, aunque con serios defectos, da la pauta para pensar en políticas de país a partir del caudal potencial de la comunidad en el exterior. El presidente Flores (2000-2004) funda la Dirección General de Atención a Comunidades en Exterior, con lo que el tema migrantes pasa a formar parte de la agenda política nacional. En el contexto post-terremoto, Flores impulsó el programa Unidos Por La Solidaridad que promovió la participación de salvadoreños en exterior en la realización de obras públicas para la reconstrucción del país. En ese teno...

La política migratoria en el plan País del partido Arena.

En nuestro país la realidad de la migración se manifiesta de distintas maneras pero prevalece el hecho real que somos un país deliberadamente “expulsor” por cuanto no se quiere (sí, así como se oye: no se quiere) construir las condiciones socioeconómicas para que la gente se quede aquí y construya su propio proyecto de vida [1] . Siguiendo las ideas desarrolladas por nuestro amigo amigo José Luis Rocha, hay por lo menos dos enfoques que nos pueden ayudar a comprender la visión de las migraciones presente en el plan de gobierno arenero. En primer lugar, tenemos el punto de vista “formal”, muy complaciente con el sistema capitalista y deudor de las teorías de las elecciones individuales racionales, de la que están empapadas la economía neoclásica y la filosofía liberal.  Se puede llegar, incluso a hablar de mercados laborales regionalizados y globalizados, pero se apuesta ante todo a una movilidad segura y ordenada, a la que deben ceñirse todos los migrantes, mujeres y hombr...

Mandela, el preso político que siempre fue libre.

Moisés Gómez (*)-La primera vez que supe de Sudáfrica fue en los años setentas. El 28 de noviembre de 1979 leía en los diarios del secuestro y asesinato del embajador sudafricano Archibald Gardener Dunn, leí que se le atribuyó a supuestos guerrilleros, con mis nueve años no entendía por qué matar a un inofensivo anciano.  La segunda vez que supe de Sudáfrica, fue cuando me inscribí en un curso de la carrera de licenciatura en filosofía que llevaba por nombre “problemas filosóficos fundamentales I”, el curso lo impartió la Dra. Katherine Miller, por aquellos días directora de la Biblioteca Florentino Idoate de la UCA. Ella nos llevó por los caminos de la filosofía política africana, estudiamos a Gamal Abdel Nasser en Egipto, Patricio Lumumba en el Congo, Kwame Nkrumah en Ghana, Amilcar Cabral en Guinea Bissau y Cabo Verde, Sekour Touré en Guinea, Modibo Keita en Mali, Samora Machel en Mozambique, Tomás Sankara en Burkina Faso, Marien Ngouabi en el Congo, y Agosthino Neto ...