La política migratoria en el plan País del partido Arena.

En nuestro país la realidad de la migración se manifiesta de distintas maneras pero prevalece el hecho real que somos un país deliberadamente “expulsor” por cuanto no se quiere (sí, así como se oye: no se quiere) construir las condiciones socioeconómicas para que la gente se quede aquí y construya su propio proyecto de vida[1].

Siguiendo las ideas desarrolladas por nuestro amigo amigo José Luis Rocha, hay por lo menos dos enfoques que nos pueden ayudar a comprender la visión de las migraciones presente en el plan de gobierno arenero. En primer lugar, tenemos el punto de vista “formal”, muy complaciente con el sistema capitalista y deudor de las teorías de las elecciones individuales racionales, de la que están empapadas la economía neoclásica y la filosofía liberal. 

Se puede llegar, incluso a hablar de mercados laborales regionalizados y globalizados, pero se apuesta ante todo a una movilidad segura y ordenada, a la que deben ceñirse todos los migrantes, mujeres y hombres. Existe una segunda visión que complementa la anterior, que parte del supuesto de la internacionalización económica: los gobiernos locales, como el nuestro, conservan un papel  regulador  que aunque muy débil, es importante ya que sin adecuados regímenes legales no habría transnacionalismo lo que implicaría atrasos importantes en la articulación del país en el concierto de naciones globalizadas.

Cuando se analiza las propuestas del Plan País del partido Arena (disponible en http://bit.ly/1cAVsVp), a todas luces, su enfoque de la migración salvadoreña se encuadra en alguno de los enfoques anteriores. ¿Cuáles son las propuestas del partido Arena ante la problemática realidad de la migración salvadoreña? Ninguna porque su visión de las migraciones es idealista. La gente se va por una decisión y elección individual calculada siguiendo el análisis costo/beneficio. En el último capítulo denominado El Salvador democrático e integrado al mundo uno podría haber encontrado alguna respuesta a la pregunta planteada pero es en vano la búsqueda. En el apartado 5.3.3 “Acercando a los salvadoreños en el exterior” allí se toca marginalmente la cuestión de la migración irregular, pero sin proponer nada nuevo para fortalecer la protección a la persona migrante indocumentada más allá de “estrechar los vínculos de cooperación con México y Guatemala” pero no dice cómo ni con qué fondos hará eso.

La postura arenera es bien cómoda: dejar el gobierno de la migración al mercado. Sí es que lo dicen claramente en el documento Plan País: “el mercado es el mejor mecanismo para alcanzar los objetivos del desarrollo” (pag.98); no han entendido que esa tesis es errónea, todas las políticas economicistas implementadas en los cuatro gobiernos de Arena han puesto justamente “el mercado” al centro y no la persona, por eso es que la gente se va expulsada del “país-mercado” construido en la posguerra por Arena.

Todavía más, la propuesta migratoria de Arena no ataca el problema sino más bien lo pretende radicalizar explotando las remesas como una oportunidad de negocios que en octubre alcanzaron los $331 millones de dólares (BCR: http://bit.ly/19mu9vy).

Arena tiene que dar un giro y empujar una política migratoria que atienda a ese flujo de migración irregular que tanto aporta al país. Veremos qué factura le pasa el voto exterior a los areneros.



[1] Cf. Gaborit et al, La esperanza viaja sin visa (2012) UNFPA, San Salvador. Disponible en línea en http://bit.ly/1cASel0

Esta nota fue publicada en http://www.uca.edu.sv/brujula-electoral/edicion-13/ el 18 dic 2013

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