El pensamiento eurocéntrico y la producción intelectual en América Latina
Comentario
Quisiera comentar de manera breve dos cuestiones o problemas que me parecen fundamentales, pienso que ambas cuestiones están íntimamente relacionadas en tanto y en cuanto reflejan un problema filosófico.
La primera cuestión es relativa a la declaración del eminente horizonte eurocéntrico que rige el pensamiento filosófico en AL. Prácticamente se afirma que no hay más filosofía que la europea y que los intentos de algunos filósofos latinoamericanos son esfuerzos vanos en la medida que se identifica o compara a los textos de los pueblos indígenas precolombinos con la filosofía europea. Está demás decir que la producción literaria precolombina no tiene nada que ver con lo que conocemos como filosofía.
La segunda cuestión que deseo argumentar es sobre la postura de Hinkelammert relacionada con la idea del exterminio humano que subyace, o que más bien, atraviesa todo intento de civilización o de emancipación humana y que se expresa claramente en la modernidad y su intento fallido de alcanzar mejores niveles de desarrollo humano basado en el mercado, la ciencia y la técnica.
Para la primera cuestión yo quisiera argumentar que la filosofía es básicamente europea pero no solo europea. Es el investigador el que aborda los textos, lo lee, los estudia y analiza y extrae las conclusiones pertinentes y las plasma en ensayos, tesis, libros etc. La filosofía no existe en y por sí misma ni tan siquiera en Europa. Depende del investigador, por ejemplo, Nietzsche como filólogo estudia y analiza la tragedia griega y a partir de ello construye un cuerpo filosófico que hoy todos estudiamos y le llamamos “filosofía” pero él no encontró esa filosofía en las tragedias griegas de las que tanto sabía. Si Nietzsche fue capaz de buscar en su imaginario cultural y a partir de los ideales de su época pudo construir y acrecentar el caudal filosófico europeo ¿qué impide a nuestros intelectuales realizar el mismo ejercicio con nuestro propio imaginario latinoamericano? Y si es así y si nuestras investigaciones se apoyan en nuestro propio acervo cultural ¿porqué negarle el estatuto de filosofía?. Por otra parte, si el problema es la calidad y la profundidad de la producción filosófica que se hace en Latinoamérica, se podría argumentar que como continente joven aun nos falta mucho camino por recorrer, la vida cultural europea ha tenido sus etapas oscuras y ahí están sus producciones filosóficas que vistas desde nuestro presente dejan mucho que desear, pero aun así se consideran producciones filosóficas. Es obvio que como latinoamericanos pensamos como griegos y que vivimos esa edad moderna, sin embargo, debemos esforzarnos por construir nuestra propia identidad filosófica y es racionalmente inaceptable renunciar al intento, es demasiado fácil concluir que somos eurocéntricos sin más.
La segunda cuestión la veo también muy relacionada con lo anterior: Hinkelammert cuando analiza el libro del apocalipsis bíblico concluye que ya entre los primeros cristianos se avalaba y justificaba el uso del poder exterminador para “destruir a los que destruyen”. Se trata de un autentico llamado al exterminio en nombre de principios de orden superior: para que aparezca la Nueva Tierra o la nueva Jerusalén hay que acabar con los impuros, con los pecadores. Y así podríamos seguir argumentando: para que aparezca el socialismo hay que eliminar el capitalismo y a los capitalistas, y a la inversa para que aparezca el verdadero sistema capitalista hay que borrar los socialistas comunistas y toda su parentela, etc. Pienso que Hinkelammert realiza una lectura demasiado literal del texto bíblico y claro desde la experiencia de la modernidad ahora es un tanto fácil ver hacia atrás y ver como encajan las piezas y hacerlas ver como escritos proféticos ya cumplidos. Al menos así me parecen los textos leídos pueda ser que me equivoque pero espero que no.
Es decir que todo intento de imponer una nueva organización de vida conlleva la muerte de aquellos que se oponen a esa nueva organización. De esta manera, pienso yo, que no hay chance de intentar la búsqueda de nuevas maneras de civilización, de convivencia humana ya que todo parece condenado a construirse sobre la base de un genocidio. Esto nos podría llevar al quietismo de todo tipo pero principalmente al quietismo político que tanto conviene a los sistemas conservadores (por ejemplo al neoliberalismo) ya que se pierde todo interés por luchar para transformar lo existente. La idea de que el llamado al exterminio es un eje transversal de la modernidad y que la modernidad no puede liberarse de ese ímpetu de destruir al que destruye para imponerse como poder absoluto es, para mi criterio, demasiado totalizante y no matiza el hecho concreto de que dentro de la modernidad se han hecho experimentos sociales de formas de organización y de convivencia humana que a su base han tenido la búsqueda de un desarrollo humano integral.
Pienso que no siempre es el llamado al exterminio lo que motiva a las rebeliones o insurrecciones sociales, pensemos en el caso salvadoreño, es de todos conocidas las causas sociales que nos llevaron al enfrentamiento armado, con la siguiente declaración me arriesgaré pero pienso salir librado de ella, creo que una gran parte de la población combatiente de la guerrilla solo buscaban un poco de justicia y que sus necesidades fueran de alguna manera resueltas: luchaban por un cambio no por matar y eliminar a los soldados. Digamos que eso ocurría tangencialmente. La muerte del enemigo ocurría de manera circunstancial. Sino fuera así y si el negocio fuera la muerte y el exterminio ¿Por qué se llegó a la firma de los Acuerdos de Paz? O por otro lado aquí seguiríamos en una guerra que terminaría hasta que uno de los bandos desapareciera o fuera exterminado.
El problema filosófico en ambos casos es el mismo: desde la perspectiva eurocéntrica no hay salida y mientras mantengamos esa perspectiva no hallaremos vías de solución a nuestros problemas que nos aquejan. Uno de los problemas que se le achacan al eurocentrismo es su capacidad de universalizar rasgos propios de una región, de una época y de una parte de población, los convierte en rasgos propios de la condición humana. Tenemos que salir de la caja, del cuadro y eso es lo que han hecho los grandes pensadores, romper los esquemas, hacer ruptura con las tradicionales manera de pensar los mismos problemas. Desde el horizonte eurocéntrico ya sabemos a lo que llegaremos: al fragmento del sujeto, al nihilismo, al perspectivismo, al sujeto vacío, es decir a la nada, de hecho esa fue la pregunta heideggariana: ¿Por qué hay ente y no más bien nada?[1]
Moisés GómezSan Salvador febrero del 2008
[1] M. Heidegger: ¿QUÉ ES METAFÍSICA? Consultado el 24022008 en: http://personales.ciudad.com.ar/M_Heidegger/metafisica_zubiri.htm
Moisés GómezSan Salvador febrero del 2008
[1] M. Heidegger: ¿QUÉ ES METAFÍSICA? Consultado el 24022008 en: http://personales.ciudad.com.ar/M_Heidegger/metafisica_zubiri.htm
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