Redefiniendo fronteras y sujetos.
San Salvador-¿Es la movilidad humana
parte de los mecanismos de supervivencia y de la humanización? Sí.
El ser humano es un ser relacional, necesita establecer vínculos
sociales con otras personas distintas de él para identificarse; para
construir la propia imagen personal necesitamos del Otro, del
extraño, así nos definimos con una personalidad en un tejido social
y desde ese entramado nos autoafirmamos como individuos únicos e
irrepetibles.
Desde el punto de vista de Marx la característica
principal del ser humano es la capacidad de humanizarse al mismo
tiempo que transforma la naturaleza en bienes o mercancías para su
uso o para intercambio. A esta capacidad le llamamos trabajo.
El
concepto de ser humano en Marx nos indica que este se hace humano
“trabajando”. Nuestra condición humana (conditio humana) se
realiza o humaniza en lo histórico y concreto, no obstante, no
tenemos una determinación biológica (genética) ni social
(tradiciones, costumbres) para permanecer situados en un solo lugar
geográfico.
Ni la sociedad en su conjunto, ni la nación ni todas las sociedades que coexistan en un momento dado, son propietarias de la tierra. Son, simplemente, sus poseedoras, sus usufructuarias, llamadas a usarla como boni patres familias (buenos padres de familia) y a transmitirla mejorada a las futuras generaciones" (Marx,El Capital. Vol III, 720).
La historia de la evolución de la especie humana nos
indica que los individuos y sociedades han migrado siempre en función
de la supervivencia colectiva. Hoy en día la globalización ha
facilitado los dinamismos de la migración y observamos un aumento en
esos movimientos.
Paralelamente a la globalización, fenómenos como
los terremotos, erupciones volcánicas, cambios climáticos como la
sequía, desertización, inundaciones, maremotos, deslaves y otras
tragedias naturales, que por la configuración socio histórica se
vuelven desastres sociales, así como las guerras y conflictos
armados entre tribus, clanes y países han producido economías
precarias y una de las respuestas individuales y sociales ha sido
migrar, abandonar esos sitios inseguros.

Las personas emigran
en condiciones irregulares, sin papeles, sin visas, cruzan las
fronteras en puntos ciegos o no muy controlados.
Los nuevos contextos
de violencia desafían el ordenamiento jurídico de la protección
internacional para los refugiados: ¿un desplazado interno, el que
huye por la violencia de las pandillas en su comunidad, es sujeto de
protección internacional? ¿Un afectado por una inundación causada
por tormentas tropicales (como el Mitch, el Stan, la tormenta Aída)
puede solicitar a otro país la condición de refugiado? ¿Un
propietario de un negocio familiar (pupusería, refresquería,
taquería) que huye de su país porque ya no desea seguir pagando la
renta o extorsión) es sujeto de asilo?
Los desplazados internos (los
que abandonan su comunidad pero no su país) cada vez son más y,
usualmente, reubicarse dentro del país es el paso previo a migrar
fuera del propio suelo. En el nuevo contexto de violencia tenemos que
en 2104, a nivel mundial, el desplazamiento forzado interno superó
la cifra récord de 50 millones de personas que fueron obligados por
guerras y por el crimen organizado transnacional a desocupar
forzadamente sus lugares de habitación.
El desplazamiento forzado
está presente en los países del Triángulo Norte: 289 mil en El
Salvador, Honduras reporta unos 30 mil y Guatemala 248 mil casos. En
este sentido establecer vínculos sociales y trabajar para la
supervivencia no tiene fronteras. Más bien hablamos del derecho a
migrar o no migrar.
Sin desestimar el progreso científico y los
avances sociales basados en las tecnologías de información, las
Naciones Unidas sostienen que sin la migración es imposible alcanzar
el desarrollo económico, social y medioambiental, que constituyen
las tres bases del desarrollo sostenible de los países
subdesarrollados.
Pero, ¿cómo armonizamos el principio de soberanía
nacional con el principio ético de ver la realidad desde las
víctimas, en este caso los migrantes indocumentados? Lo que se ha
hecho es imponer el principio de soberanía nacional en detrimento de
los migrantes y su necesidad de protección internacional.
Comentarios