El <rápido> descontrolado.
Ayer se jugó la final de la Liga Mayor de Baloncesto salvadoreño entre el Rápido de la Unión y el quinteto del Águila de san Miguel. Daniel King del equipo unionense lideró con mucha técnica y derroches de destrezas al Rápido, pero, casi al finalizar el último cuarto fue expulsado por acumulación de faltas. Hasta ese momento su equipo iba ganando por más de doce puntos. Pero con la expulsión el resto del equipo se cayó, cometieron graves errores que al final les costó el campeonato. Daniel King no aguantó los altibajos de su liderazgo dentro de la cancha. El teórico de la inteligencia emocional en la empresa Daniel Goleman sostiene que todos debemos desarrollar las "neuronas del no". Sostiene que el diseño básico del cerebro se construye en torno a una serie de oposiciones neuronales, mientras unas neuronas inician la acción otras la inhiben. Goleman identifica un circuito cerebral conformado por la amígdala que propicia (bajo estres) entre otras sustancias, el cortisol, la tensión de cada evento de nuestra vida diaria sea en nuestro hogar o en trabajo acumula hormonas de estrés. El otro polo lo forman los lóbulos prefrontales. Estos generan sustancias que inhiben las hormonas de estrés originadas por la amígdala. Goleman diría que a King no le falló la amígdala sino más bien, como jugador profesional, le falta desarrollar las <neuronas del no> las personas que han desarrollado este polo neuronal "ya habían comenzado a inhibir la tensión estresante" (King debió autocontrolarse desde antes del encuentro final, los rivales seguramente lo provocaron desde antes del partido) Goleman indica que las personas resistentes presentan una recuperación rápida al estrés, en segundos, sus partes prefrontales tranquilizan a la amígdala y a ellos mismos. King no fue capaz de controlar su amígdala por medio del control prefrontal y su equipo al que yo apoyaba, perdió.
Comentarios