El 9M: Arena y su conspiración para “recuperar El Salvador”
Al final de la jornada electoral del 9 de marzo hubiésemos esperado que el candidato perdedor llamara al candidato ganador para felicitarle. Otra historia fue lo que ocurrió, pues cuando se iban publicando, en el sitio web del TSE, los primeros resultados escrutados, alrededor de las siete y veinte de la noche Jorge Velado, presidente del COENA, declaraba a Norman Quijano nuevo presidente de El Salvador.
Como a las nueve de la noche, el mismo candidato tricolor no sólo se autoproclamó ganador sino que acusó al TSE de fraude electoral. El candidato arenero se declaró en “pie de guerra” y llamó a la Fuerza Armada (¿?) a estar atenta, por si más adelante los resultados no le favorecieran y, en todo caso, prometió defender con su vida la victoria “obtenida”.
Hay que analizar la actitud antidemocrática de Arena no como algo que ha surgido posterior a esta segunda vuelta electoral, sino como un proceso en el cual una fuerza política de derecha (cuyo instrumento es el partido Arena) pretende algo que ellos denominan “recuperar El Salvador” y pareciera que lo harán a como dé lugar: en las urnas o en las calles.
Denostar al TSE (al acusarlo de estar “vendido a la dictadura chavista”) y desconocer los resultados electorales que dan por ganador al FMLN constituyen solo “momentos” dentro de un conjunto de acciones estratégicas o pasos para recuperar El Salvador y me atrevo a afirmar que ese proceso inició desde el 1 de junio de 2009 cuando asumió el Ejecutivo Mauricio Funes.
La estrategia es burda: por un lado exigen algo que Arena dice que no hay, p.e. paz, y por otro generan violencia; exigen “seguridad jurídica” y por otro lado protegen a ex funcionarios acusados de corrupción en el manejo de fondos públicos; exigen gobernabilidad y ellos mismos generan inestabilidad y caos utilizando recursos muy similares a los de la derecha venezolana: radicalizando a sectores católicos conservadores así como a ciertos grupos de la “sociedad civil” pro-vida; alineando los grandes medios de comunicación; enfocando tanques de pensamiento e intelectuales hacia su causa; utilizando gremios del sector transporte que se oponen al Sitramss así como el de carga pesada que se opone a pagar nuevos impuestos; manipulando a los trabajadores de sus propias empresas asustándolos con que perderán sus puestos de trabajo en caso que ganara el Frente; incitando a sindicatos en contra de la institucionalidad (ataques a Mauricio Funes, a Vanda Pignato, al Prof. Sánchez Cerén, a la ministra de Salud Dra. María Isabel Rodríguez), etc.
Por otra parte, la estrategia se reduce a decir que en nuestro país, si gana el FMLN aquí todo será como en Venezuela. Está claro que el FMLN no es ninguna amenaza para Estados Unidos ni para la empresa privada local ni internacional, esto lo comprobamos cada vez que recibe la confianza de amplios sectores de la vida nacional y que coinciden en que hay que orientar al país por otros derroteros que no son los que ya probaron los distintos gobiernos de derecha.
La cuestión es que, en la estrategia de Arena, se necesita que este país sea como Venezuela y ya pasaron cinco años de gobierno del FMLN y este país no se parece en nada al país suramericano. En la medida que la derecha venezolana liderada por Capriles no aceptó el gane de Maduro, ahora está luchando y tratando de ganar en la calle lo que perdió en las urnas; pues eso mismo intentará Arena en nuestro país. Sólo así entendemos estas declaraciones de Norman Quijano:
“Quiero dar gracias a Dios por esta victoria que hemos obtenido esta noche. No vamos a permitir fraudes al estilo chavistas en Venezuela. Estamos en pie de guerra para defender esta victoria, no nos lo van a robar. La vamos a defender con nuestra propia vida” (ver declaraciones en Diario1.com aquí: http://bit.ly/1lpWvwk )
La gran debilidad de Arena y la derecha salvadoreña es que no tiene músculos para llevar adelante su conspiración; en el pasado sus aliados fueron las fuerzas armadas y los cuerpos de seguridad, pero esos apoyos quedaron desmantelados con los Acuerdos de Paz. Paralelamente el FMLN aumenta política, electoral y económicamente, socavando todavía más las pocas fortalezas que le quedaban a la derecha. Ahora todo se define en las urnas.
Publicado en Brújula Electoral n° 25 del 12 de marzo 2014.http://bit.ly/1ga6UXD
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