Militarizar ¿para qué?
Dice
Edelberto Torres Rivas: “En El Salvador, aunque siempre ha habido militares al
frente del gobierno, es a partir del golpe del 25 de enero de 1961 que se
produce la “institucionalización” definitiva del Ejército como ejecutor del
poder del Estado. El Ejército,
previa deliberación interna, es decir, “democráticamente” toma consciencia de
su papel ordenador. Y como única institución que no depende del voto, vale
decir, de las veleidades de la plebe, se apodera, llena el aparato del Estado”[1].
Otra pista más: "en el pasado la Fuerza Armada era una "supra
institución" que estaba por encima de las demás instituciones, para
decidir sobre una gran variedad de aspectos y con un alto nivel de autonomía respecto
a los poderes del Estado"[2].
Por un lado
tenemos una institución castrense acusada de violar sistemáticamente los
derechos humanos de la población civil; y por otro lado el hecho que un
candidato o partido político declaren, como lo hizo Norman Quijano en el pseudo
“debate” organizado por Asder, que de ganar la presidencia, implementaría el Estado de Excepción que le permitirá militarizar
la seguridad pública y hacernos creer que con esa medida mejoraran los
resultados en la lucha contra los altos niveles de criminalidad que sufrimos
los salvadoreños. Hay que considerar varias cosas antes de militarizar el país:
1°-En el
pasado el elemento históricamente más preocupante y antidemocrático del poder
de la FAES
residió en su control total del ámbito de la seguridad pública.
2°-Todos los
partidos que proponen militarización podrían estar pensando que los actores
políticos civiles todavía no han asumido plenamente su responsabilidad en los
campos de la política militar y de política de seguridad nacional. Queremos que
los militares hagan con fuerza lo que el poder civil no puede hacer con leyes y
políticas inteligentes.
3°-Suponiendo
que el número de efectivos de la
FAES fuese mayor que la cantidad de delincuentes causantes de
la violencia y crimen (considerando que en el país existe un promedio de 29,325
miembros de pandillas[3])
nada ni nadie puede garantizar que los militares serán efectivos para combatir
la desigualdad económica y social, que en realidad, está en la base del
problema a combatir…
4°-En el
pasado cuando la FAES
estuvo en control del gobierno militar falló en alcanzar y mantener las metas
socio-políticas y económicas que dieron sustento a su esquema de dominación.
¿Qué les hace pensar que hoy la Fuerza Armada tiene la capacidad de controlar
mejor la rampante criminalidad?
5°-Si en el
pasado el "ejército de la sociedad agraria"[4]
llegó a su fin con los Acuerdos de Paz ¿será que ahora pretenden reorientarlo y
refundarlo para que trabaje para el “partido empresa” de Arena y sus aliados?
Acabamos de celebrar el 22° aniversario del Acuerdo de Paz donde apostamos a crear una nueva sociedad basada en el respeto a los derechos humanos de todos y todas las personas y cesamos toda relación violenta a favor del diálogo y el consenso como vía para resolver el conflicto social.
Publicado en Brújula Electoral edición 19 del 29 enero 2014 Ver aquí: http://www.uca.edu.sv/brujula-electoral/edicion-19/
[1] Torres-Rivas, E. Crisis del poder en Centroamérica, San
José, EDUCA, 1981, págs. 155-156 Cf. Cita a pie de página.
[2] Córdova M, Ricardo “El
Salvador: Situación de la
Fuerza Armada y su relación con el momento actual y futuro”.
CAEE, 1996.
[4] Huezo M., M. “El fin del ejército de la sociedad agraria”,
en: Tendencias, Año 4, Vol. IV, No.55, Octubre de 1996, San Salvador.
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