Las “cúpulas” “copulan”: el candidato






SAN SALVADOR-Me refiero al divorcio entre los que eligen los candidatos  y los que votan por los candidatos. Los candidatos que la gente vota son paridos por tres o cuatro iluminados. Hoy por hoy nadie quiere democratizar los partidos. Cada vez más los mecanismos de selección de candidatos son privilegios de cúpulas antidemocráticas.

Dado que algunos máximos dirigentes de partidos políticos se han referido a la naturaleza humana (ambiciones, protagonismos, narcicismos) para desechar la candidatura de potenciales candidatos. Quiero hablar de algo que es propio de la naturaleza humana.

En toda acción humana podemos identificar dos tipos de efectos: 1- Efectos no-intencionales y 2- Efectos indirectos.

Los efectos no-intencionales son producto de nuestra condición humana limitada y por más que hagamos los correspondientes cálculos, sean estos económicos, políticos, sociales, culturales, religiosos, etc., en cuanto seres humanos, finitos, imperfectos, siempre habrá repercusiones inevitables a partir de nuestras acciones sobre la realidad y es imposible anticipar o conocer previamente cómo serán tales efectos.

Los efectos indirectos, en cambio, implican acciones humanas conscientes. Esto quiere decir que ya sabemos de antemano las consecuencias negativas de aquellas acciones que vamos a hacer. Ya sabemos que son nocivas ya sea para la persona, la sociedad o el ambiente y, sin embargo, insistimos en realizarlas.

En este caso no se trata de nuestras limitantes humanas sino de nuestra imprudencia y falta de voluntad para dejar de hacer aquello que es malo para nosotros o para un tercero.
Marx decía que estos efectos se imponen de espaldas a los productores y con ello se refería al hecho que los afectados ni se daban cuenta de dónde venían tales efectos…, así pues en política partidista las acciones de las cúpulas se imponen a espaldas de los votantes, de los ciudadanos.

El FMLN o mejor dicho la Comisión Política ya seleccionaron a su candidato. ARENA o mejor dicho el COENA y la Comisión de Notables ya seleccionaron a su candidato. Ambos partidos andan consultándole a las bases pero en realidad ya las cartas están sobre la mesa y aquí no hay gallo tapado. No me refiero a las personas que van a elegir sino cuestiono porqué unos pocos se atribuyen tomar una decisión en la que deberían participar una amplia mayoría.

Hay que admitir que las cúpulas tienen su propia manera de razonar la elección del candidato; el lector habrá escuchado más de alguna vez que se elige al candidato de acuerdo al peso político; también habrá escuchado que se elige según la popularidad en las encuestas, en los medios de comunicación y la presencia en las redes sociales.
Creo que a estas alturas muchos salvadoreños ya no creen que sea suficiente que un candidato sea elegido por el peso político ni por su imagen presente en los medios de comunicación o por su popularidad en las encuestas.

¿Qué entienden los partidos cuando dicen que alguno de sus miembros tiene “peso político”? 

Creo que entienden que se trata de un sujeto ideal, que ha sudado la camiseta del partido por años, por haber sido combatiente con cierto rango (léase comandante u oficial), veterano dirigente de alguna gremial, de tal manera que cuando este sujeto con tal peso político habla, su voz es como la voz de Dios, la suprema sapiencia de tal forma que nadie se atreve a cuestionar su opinión dentro del partido. Se tiene la convicción que si alguno merece estar en algún máximo cargo debe ser él.

En esta lógica del candidato con más peso político debe entenderse la selección y la imposición en 2004 de la candidatura de Schafik Handal en detrimento de Héctor Silva; lo mismo ocurre hoy con la imposición de la candidatura de Sánchez Cerén en vez de Oscar Ortiz;  igual en Arena en 2004, la selección de Tony Saca en vez de Carlos Quintanilla o Mauricio Sandoval se debió al peso político de Saca como dirigente de la gremial ANEP, todo parece indicar que hoy se impondrá Norman Quijano. Pero Norman no tiene peso político, tiene popularidad.

Ahora que se ha puesto de moda el voto por persona el peso político no ha pasado a segundo plano pero está siendo socavado.

¿Qué significa para un partido que uno de sus miembros sea popular, ya sea porque aparece en la radio, televisión, prensa y en las redes sociales? 

Si no me equivoco significa que tiene plata, dinero para gastar en posicionarse y llegar a ser un “virtual” candidato ganador. De gratis no se construye una marca ni una imagen. Digo virtual porque es algo aparente y no real. Que Norman Quijano haya sido reelegido para un segundo periodo como alcalde de SS significa que usando la plataforma de la Alcaldía de SS, que el FMLN no supo aprovechar, se mercadeó y se posicionó en el top of mind de la gente, era la primera mención en la mente de la gente cuando se le preguntaba sobre su preferencia electoral. Sin tener peso político en Arena pero con una estrategia de mercadeo político bien pensada está socavando los liderazgos que sí tienen peso político dentro de Arena pero no gozan de popularidad….

El país necesita que los partidos profundicen la democracia al interior: que las dirigencias organicen y coordinen los mecanismos para que todos los miembros tengan la oportunidad de seleccionar a la persona que le representará en el sistema político, esto debe ser así ya que al fin de cuentas es el votante el que sufrirá los efectos no intencionales y los efectos indirectos de la acción presidencial. Para bien o para mal lo que ha hecho o no ha hecho el Presidente Mauricio Funes impacta, sin duda, mucho más en los comunes ciudadanos que lo que impacta en las cúpulas. 

Sin dejar de lado la trayectoria de lucha de cada persona con su partido, sin menospreciar el trabajo mediático que ayuda a la imagen, no obstante, no pueden ser los determinantes de una candidatura. Y mucho menos es correcto que un pequeño comité de personas se apropie de un derecho de los militantes. 

Cualquiera de los candidatos que resulte elegido para correr por la presidencia del país y si llegara a lograr ese objetivo será el presidente de un país no de un partido político o de una empresa.

Un efecto indirecto de que las cúpulas copulen y terminen pariendo al candidato presidencial es que la gente no vota por ellos porque no se siente parte del nacimiento. Termina siendo un niño huérfano.
           
Publicado el 26-06-12 en periódico digital  ContraPunto.

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